“Según el informe psicológico, era necesario sacarla del penal por la salud mental del niño”, sintetizó la jueza Stella Maris Arce. Tanto ella como los camaristas Carlos Caramuti (presente en la entrevista) y Alfonso Zóttoli fueron el centro de las críticas de la familia del juez Héctor Agustín Aráoz por otorgarle la prisión domiciliaria a Ema Gómez, la ex policía condenada a prisión por el homicidio del magistrado. Según el Tribunal, el fallo no se dictó para beneficiar a la convicta, sino pensando en su pequeño hijo de 10 meses.
Luego de que Lucrecia y Agustín Aráoz -los hijos de la víctima- dijeran en LA GACETA “Gómez sigue burlando a la Justicia”, los jueces explicaron que se tomaron todos los recaudos necesarios para evitar que se incumpla su decisión. “No es una liberación, está en su casa y no puede salir si no es con autorización del tribunal. Conociendo los antecedentes (de Gómez) de problemas con arrestos domiciliarios, tomamos el recaudo de fijar un plazo, que no se suele hacer. Además, dispusimos un control estricto, diario, con horarios alternados No existe la posibilidad de poner un policía en cada lugar donde hay un arresto domiciliario, aunque sería lo ideal, pero el control diario acota la posibilidad de fuga”, señaló Caramuti.
“Nadie impugnó los informes de los especialistas. Y la ley estipula que en estas situaciones se debe dar la prisión domiciliaria para garantizar el normal desarrollo del bebé”, agregó Arce.
Ambos jueces explicaron que la decisión se tomó en audiencia pública con todas las partes y en base a un informe psicológico que dice que el niño no puede seguir viviendo en el penal y que es imperioso que siga estando con su madre. Incluso, informaron que, ante cualquier desobediencia, Gómez no sólo volverá a su celda, sino que también perderá la tenencia de su hijo.
Pese a que en el seno judicial existían sospechas de que Gómez podía utilizar a su hijo para obtener beneficios, los camaristas relataron que fueron testigos del vínculo del bebé con su madre. “En la audiencia, cuando las policías lo alzaron para que Gómez tomara la palabra, la criatura comenzó a llorar de una forma desesperada mientras le estiraba los brazos”, remarcó Arce.
En la entrevista, los querellantes habían tildado a la medida de contradictoria, ya que un año antes se había revocado la prisión domiciliaria de la que gozaba Gómez. “Las decisiones se tienen que tomar con la situación del momento y esto es dinámico. Cuando ordenamos la resolución anterior, no existía esta criatura que hoy tiene 10 meses y que está en período de amamantamiento. Entendemos el sentimiento de las víctimas y de la querella. Somos muy respetuosos de ellos y por eso los convocamos a la audiencia, para escucharlos”, respondió Caramuti.
“Para este Tribunal es muy importante comunicarnos bien con nuestra sociedad. La comunicación debe ser eficaz, debemos escucharnos en base a lo que realmente pasó en la audiencia y no que se distorsionen las realidades”, advirtió la magistrada.